Mira este ejemplo. Una funda nórdica con un más que evidente toque naval. Los dibujos son sutiles, se alejan del estampado marinerito y siguen apostando por un amor absoluto a las embarcaciones, pero con cierto sabor nórdico. A mí me enamora.
Seguro que recuerdas cuando eras niño. En esos días en los que la magia lo inundaba todo. Una época en la que te encantaba esconderte de los adultos y vivir tus propias aventuras. Pues bien, hoy os muestro algo que está muy relacionado con esto. Se trata de camas infantiles en las que poder refugiarse. Pequeños rincones de un dormitorio infantil en el que los peques de la casa se sentirán aislados en su propio mundo.
Recuerda, en parte, a la decoración nórdica, en la que el pino es gran protagonista. c cama preciosa, con un somier que lejos de estar oculto se muestra. A juego esa mesita de noche sencilla, sin cajones, pero con un espacio para poder colocar los libros de cabecera de tu hijo.
La elección de los colores de la habitación infantil es una elección delicada. Si bien es cierto que la variedad cromática es enorme, apostar por un ambiente más o menos neutro nos permitirá poder arriesgar con pequeñas pinceladas de color más potente. Los colores pastel, por ejemplo, son estupendos para ello, para dar vida sin saturar. Aprende a decorar con colores pastel la habitación de tu hijo y conseguirás un dormitorio cargado de encanto y personalidad.
Un rincón lleno de cojines mullidos en los que tu hijo puede jugar recreando lugares lejanos. O simplemente tumbarse mientras disfruta de una apasionante lectura. El toque verde en la parte superior es un acierto absoluto que rompe con la sobriedad de los colores escogidos.
Tampoco hay demasiados muebles ¿Para qué? No quitemos zona de juego. Una cama, una mesita de noche y un escritorio de esos de estilo vintage, con una madera un poco más oscura que no hace más que crear una zona diferenciada del resto.
Las estanterías también pueden ser útiles. También mucho más económicas, todo sea dicho. Una estantería que divida justo el área de juegos de la cama hará que tu hijo tenga dos ambientes perfectamente delimitados. Como puedes ver en la imagen, una buena apuesta serían las estanterías con grandes huecos centrales. Esas que permiten pasar la luz y no se convierten en un gran mueble que asfixie el dormitorio infantil.
¿Por qué morir siempre en los muebles clásicos? La cuna es un elemento que tiene un uso limitado en el dormitorio infantil ¿No sería buena idea aplicar color en ella? Escoger cunas con colores pastel puede dar mucha vida a la habitación. Además, si como en el ejemplo, tienes unas paredes llamativas, puede ser el contrapunto perfecto. Serenidad frente al caos cromático.
¿Y si quiero apostar por el blanco y negro? Pues sin problemas. Es más, los ambientes infantiles que incluyen ambos colores son de lo más elegantes. Además, siempre puedes incluir formas geométricas y distintos diseños decorativos en cojines, por ejemplo.
Entre los materiales naturales más recomendables para ambientes infantiles, la madera debe figurar en un primer puesto. La madera es cálida, por lo que hará que las habitaciones de tus hijos sean muchísimo más acogedoras. Es capaz de combinar con cualquier color, sin importar si eres más de dormitorios blancos o con papeles pintados de mil colores. Ahora bien, si quieres una madera más natural, intenta buscar muebles que no estén excesivamente tratados. Úsala para las camas, para las mesas y escritorios, estanterías e incluso para los juguetes de tus hijos.
No es una novedad. Lo más importante en un escritorio es contar con una buena superficie de trabajo y un buen asiento. La mesa deberá ser amplia, para que el pequeño no tenga problema a la hora de colocar sus libros, libretas y demás. En un dormitorio podemos encontrarnos con el problema del espacio. Por ello, intenta aprovechar los rincones. Hay incluso posibilidades de crear un escritorio que aproveche las esquinas. Tableros y escuadras pueden ayudar muchísimo en esta tarea.
Muy sencillo, añadiendo unas bonitas cortinas. Si el peque quiere encerrarse en su mundo para jugar, descansar o leer, tan fácil como correr las cortinas y listo. El resto de la decoración también hay que destacarla. Colores pastel, mucho blanco y paleta neutra en muebles y suelo y esa lámina en la pared que me parece una auténtica maravilla.
Que las líneas de este dormitorio infantil son bastante minimalistas es algo evidente. Aquí importa la funcionalidad, sí, pero también prima la estética y la limpieza visual en el ambiente. Como los techos son altos, la intención era crear una cama elevada para que pudieran tener espacio para dormir dos niños.
Una de las cosas que más me han gustado de esta habitación es la pared principal. Una pared que no está saturada, pero que cuenta con bastantes detalles decorativos. Una lámina en tonos azules, en la que se evidencia la temática de la habitación (el mundo marino). También destaca esa cámara de fotos de madera que tantas veces hemos visto en las cuentas de Instagram.