Quizá esa personalidad sea dada por la madera, que contrasta fuertemente con la delicadeza del resto de colores. O quizá con la reinvención de elementos románticos y tan femeninos como las camas con dosel. Una estructura moderna, en este caso, que se niega a presentarse como una de esas camas antiguas casi barrocas. Reinventarse o morir.
Sí, el esparto puede convertirse en bonitas alfombras. Es cierto que no son tan mullidas como las de lana u otros materiales. No obstante, no podemos negar que quedan preciosas en un dormitorio infantil con toques rústicos. Además, si lo prefieres, podrías incluir este material en otros elementos como lámparas, sillas o incluso objetos decorativos para la pared.
Que estamos ya acostumbrados a ver el típico tipi indio es una realidad. No, no va a pasar de moda por el momento. No, tampoco nos importa. Es un elemento de lo más interesante y funcional. Un lugar en el que le pequeño puede divertirse y, además, decora.
Hoy os traigo unos dormitorios infantiles que me han robado completamente el corazón. Sí, soy bastante fanática de los interiores escandinavos en general. No obstante, creo que los que Katharinamaria muestra en su cuenta de Instagram tienen un sabor especial. Menos común y con más encanto. Pasen y vean. Prometo que más de uno va a enamorarse.
No es una habitación pequeña, la verdad. No obstante, este recurso la hace aún más grande. Se divide la pared en dos, dejando así la parte superior en blanco. El color menta, el que da alegría al conjunto, se reserva para la parte inferior. De esta forma, la luz entra con más potencia, gracias al color blanco de la parte superior. Pero al mismo tiempo, es posible ver una nota diferente de color.
Sí, hay modelos de papel pintado repletos de color. No obstante, esos que usan el color pastel pueden ser mucho más apropiados para las habitaciones más pequeñas y menos iluminadas. Papeles pintados con diferentes diseños, en los que el azul, verde o amarillo, aparezcan como una pequeña pincelada decorativa. Ideales para cubrir una única pared o bien para atrevernos con el resto de la estancia.
La zona de estudio de tus hijos tiene que ser una zona iluminada, para que puedan trabajar mejor. Esto no implica que tengas que usar siempre colores blancos y materiales desnudos como la madera. Este ejemplo es perfecto para ilustrarlo. Un escritorio o zona de estudio en la que el rosa pastel no evita la iluminación natural. El niño se sentirá mucho más cómodo en un lugar alegre como este, pero sin desviar demasiado su atención sobre los libros.
¿Por qué morir siempre en los muebles clásicos? La cuna es un elemento que tiene un uso limitado en el dormitorio infantil ¿No sería buena idea aplicar color en ella? Escoger cunas con colores pastel puede dar mucha vida a la habitación. Además, si como en el ejemplo, tienes unas paredes llamativas, puede ser el contrapunto perfecto. Serenidad frente al caos cromático.
Sí, el esparto puede convertirse en bonitas alfombras. Es cierto que no son tan mullidas como las de lana u otros materiales. No obstante, no podemos negar que quedan preciosas en un dormitorio infantil con toques rústicos. Además, si lo prefieres, podrías incluir este material en otros elementos como lámparas, sillas o incluso objetos decorativos para la pared.
Aunque siempre recomendamos que los muebles sean atemporales, para poder usarlos más tiempo, una dosis de color pastel en ellos no viene mal. Un armario en rosa pastel, por ejemplo, puede ser el elemento perfecto para romper la monocromía de un dormitorio blanco. Además, siempre puedes pintarlo tú mismo. La pintura tipo chalk Paint tiene mucha cobertura y no necesita que lijes previamente las superficies.
No obstante, centrémonos en la reinvención de este mítico tipi. Por ejemplo, creando un tipi de mimbre. No podemos negar que el efecto estilístico es enorme. Además, su aspecto rústico acercará a los pequeños a un mundo de indios y vaqueros mucho más auténtico.
Los textiles son ese recurso fácil de incluir por su precio y funcionalidad. Por tanto, puede ser una buena opción para incluir colores pastel en la habitación infantil. No importa si quieres hacerlo a través de nórdicos, cortinas, alfombras o, como en este caso, con un bonito dosel.
Los colores también son bastante acertados. No hay nada como romper el resto de tonalidades. Si esa pared impone el verde como prioridad, mete un amarillo y un azul para crear un desequilibrio armónico. En la habitación infantil, siempre será bienvenido este tipo de contraste.
En la parte superior, una cama queda completamente resguardada. Oculta a la vista de cualquiera que entre al dormitorio. Para acceder a la misma, unas escaleras blancas que contrastan, junto con el resto de la cama, con la colorida pared amarilla.
Quizá esa personalidad sea dada por la madera, que contrasta fuertemente con la delicadeza del resto de colores. O quizá con la reinvención de elementos románticos y tan femeninos como las camas con dosel. Una estructura moderna, en este caso, que se niega a presentarse como una de esas camas antiguas casi barrocas. Reinventarse o morir.