Es una de mis soluciones favoritas, pues la división es completa. Los espacios ni se rozan. Uno queda por encima y otro por debajo. No importa si quieres situar la cama arriba o abajo.
Es una de mis soluciones favoritas, pues la división es completa. Los espacios ni se rozan. Uno queda por encima y otro por debajo. No importa si quieres situar la cama arriba o abajo.
Como comentaba, la luz es importante. La zona de juegos de un niño debe estar bien iluminada. En este caso, además de situarse cerca de una fuente de luz bastante importante, optan por pintar la estancia completamente en blanco. El blanco no sólo hace que la circulación de la luz sea mayor. Este tono blanco logra que los juguetes, normalmente bastante coloridos, resalten mucho más, dando prioridad absoluta al juego.
Te gustan los cuartos con decoración marinera. Es más, tu pequeño es un apasionado de los barcos. No obstante, te gustaría darle un toque mucho más elegante que los típicos textiles azules con rayas blancas. Perfecto, si hay algo que han conseguido las marcas actuales de textiles es reinventar algunos estilos.
Es momento de hablar del almacenaje. Es evidente que vamos a necesitar espacio para poder colocar material para trabajar. Las estanterías son un buen recurso. También podrías usar casilleros, en los que tu hijo pueda dejar sus libretas, papeles y demás.
El mimbre puedes verlo en un montón de muebles. Desde cabeceros de cama hasta mesas. No obstante, me encantan (particularmente) los grandes sillones a base de mimbre. Son robustos, elegantes y sirven perfectamente como espacio en el que poder leer. Un rincón de lectura infantil para tus hijos que podrás completar con textil. Cojines mullidos y una mantita para cuando haga frío ¿Qué más se puede pedir?
Los colores también son bastante acertados. No hay nada como romper el resto de tonalidades. Si esa pared impone el verde como prioridad, mete un amarillo y un azul para crear un desequilibrio armónico. En la habitación infantil, siempre será bienvenido este tipo de contraste.
Esta cama elevada se aleja por completo de la imagen de una litera convencional. En esta ocasión se usa una cama loft hecha con madera contrachapada de pino blanco. La parte inferior se reserva para uno de los pequeños, con dos aperturas circulares que otorgan cierta intimidad.
Un rincón lleno de cojines mullidos en los que tu hijo puede jugar recreando lugares lejanos. O simplemente tumbarse mientras disfruta de una apasionante lectura. El toque verde en la parte superior es un acierto absoluto que rompe con la sobriedad de los colores escogidos.
Quizá sea la opción más cara. No nos olvidemos que estamos construyendo otra pared. No obstante, es la más efectiva en cuanto a separación visual se refiere. No hace falta que la pared sea completa, con una puerta incluida. Simplemente podrías levantar un tabique que llegue hasta la mitad de la misma. Así, evitarás quitar luz.
Para terminar, un ejemplo similar al anterior, pero con matices. En este caso es una de esas camas altas que dejan la parte inferior para almacenaje (un buen aporte en las habitaciones más pequeñas). Lo que me gusta, es el sistema de cortina que incorpora.
Mira este ejemplo. Una funda nórdica con un más que evidente toque naval. Los dibujos son sutiles, se alejan del estampado marinerito y siguen apostando por un amor absoluto a las embarcaciones, pero con cierto sabor nórdico. A mí me enamora.
Sí, el mimbre te recuerda a las cestas. Como la cestita que llevaba caperucita a su abuelita. Este material, además de sillas y sillones, puede ser el material perfecto para objetos de almacenaje. Desde un capazo hasta un arcón o baúl. Una pieza clave que ayudará a tus hijos a mantener el orden en sus dormitorios.
Las bolsitas están hechas también con algodón 100%. Se recomienda lavarlas a máquina con un máximo de 40º y plancharlas al revés. Imaginad lo felices que estarán los peques con estas divertidas bolsitas cuando estén en la guardería o el colegio.
Además de sillones para leer, el mimbre también se puede usar para sillas. Sillas de escritorio. Un elemento que, además de ser ergonómico, logrará darle un color especial a esta parte de la habitación de tu hijo. Si quieres que sea menos dura y un poco más cómoda, no te olvides de comprar un cojín acolchado para colocarlo sobre ella. Completa el ambiente con un escritorio tipo sesentero y un colorido flexo.