Pero, además, lograrás aportar calidez. Un material muy empleado en habitaciones tipo vintage, con estética retro o incluso en ambientes nórdicos. Veamos un ejemplo de todo lo que podemos hacer con el mimbre.
Los niños tienen que jugar. Tener un espacio de juegos es quizá una de las mejores decisiones que podemos tomar. Un espacio en el que puedan desplegar todo el arsenal de juguetes. Primero lograremos que la casa no esté atestada de sus pertenencias. Por otro, el pequeño tendrá un rincón especial para él.
Es una de mis soluciones favoritas, pues la división es completa. Los espacios ni se rozan. Uno queda por encima y otro por debajo. No importa si quieres situar la cama arriba o abajo.
El dosel es algo que nunca pasa de moda. Un elemento que puede colocarse en cualquier tipo de cama e incluso en cunas. Con los doseles, las camas parecen sacadas de un cuento de hadas. Un dosel que, además, podrá cerrarse en un momento dado para conseguir la intimidad suficiente para leer una buena historia.
Como bien nos cuenta Bea, Susana Sandonis es la encargada de gestionar Peek and Pack. Pero, además, también posee una cuenta de Instagram en la que cuelga, casi a diario, propuestas diferentes para habitaciones infantiles. Las que, como yo, estamos enamoradas de los ambientes infantiles, tendremos mucho para ver. Eso sí, con ganas de cambiar la decoración cada dos por tres, todo tiene su parte negativa.
La zona de estudio de tus hijos tiene que ser una zona iluminada, para que puedan trabajar mejor. Esto no implica que tengas que usar siempre colores blancos y materiales desnudos como la madera. Este ejemplo es perfecto para ilustrarlo. Un escritorio o zona de estudio en la que el rosa pastel no evita la iluminación natural. El niño se sentirá mucho más cómodo en un lugar alegre como este, pero sin desviar demasiado su atención sobre los libros.
El mimbre es un material natural de lo más encantador. Un material que puede, además, darnos muchísimo juego en la decoración de interiores. Sí, también en las habitaciones infantiles. Incluir piezas de mimbre en la habitación infantil, hará que ganen en personalidad.
Me ha encantado este ejemplo. Tomando la típica estructura de cama con forma de casa, algo que vemos mucho últimamente y que nos encanta, se añaden unas telas a modo de cortinas. Telas finas, de esas que permiten pasar la luz. Un efecto vaporoso que añade encanto a la estancia.
Como comentaba, la luz es importante. La zona de juegos de un niño debe estar bien iluminada. En este caso, además de situarse cerca de una fuente de luz bastante importante, optan por pintar la estancia completamente en blanco. El blanco no sólo hace que la circulación de la luz sea mayor. Este tono blanco logra que los juguetes, normalmente bastante coloridos, resalten mucho más, dando prioridad absoluta al juego.
La zona de estudio de tus hijos tiene que ser una zona iluminada, para que puedan trabajar mejor. Esto no implica que tengas que usar siempre colores blancos y materiales desnudos como la madera. Este ejemplo es perfecto para ilustrarlo. Un escritorio o zona de estudio en la que el rosa pastel no evita la iluminación natural. El niño se sentirá mucho más cómodo en un lugar alegre como este, pero sin desviar demasiado su atención sobre los libros.
¿Lo mejor de todo? Que, si hay algo que te gusta mucho, seguramente podrás encontrarlo en su tienda (no siempre, pero casi siempre). Un catálogo online que nos muestra lo bien que pueden quedar determinados elementos combinados con gusto.
Aunque las habitaciones coloridas nos gustan. Las habitaciones infantiles que encuentran el equilibrio con pocas tonalidades, son una verdadera maravilla. Hoy os traigo un ejemplo perfecto para una habitación infantil. Un dormitorio elegante, a base de menta y blanco, que se presenta amplio y luminoso. La inspiración perfecta para el dormitorio de tu hijo.
Aunque las habitaciones coloridas nos gustan. Las habitaciones infantiles que encuentran el equilibrio con pocas tonalidades, son una verdadera maravilla. Hoy os traigo un ejemplo perfecto para una habitación infantil. Un dormitorio elegante, a base de menta y blanco, que se presenta amplio y luminoso. La inspiración perfecta para el dormitorio de tu hijo.
Los textiles son ese recurso fácil de incluir por su precio y funcionalidad. Por tanto, puede ser una buena opción para incluir colores pastel en la habitación infantil. No importa si quieres hacerlo a través de nórdicos, cortinas, alfombras o, como en este caso, con un bonito dosel.