Finalmente nos centramos en la lana. De todos los materiales naturales que hemos nombrado, es, de lejos, la más confortable. Las mantas de lana, por ejemplo, pueden arropar muy bien a tu hijo. Además, son muy pero que muy estéticas. Puedes incluir la lana en cualquier textil infantil, ya sean colchas, alfombras o cojines. Si usas lana con diferentes colores lograrás, además, poner el punto de color a este ambiente infantil con materiales naturales.
La zona de estudio de tus hijos tiene que ser una zona iluminada, para que puedan trabajar mejor. Esto no implica que tengas que usar siempre colores blancos y materiales desnudos como la madera. Este ejemplo es perfecto para ilustrarlo. Un escritorio o zona de estudio en la que el rosa pastel no evita la iluminación natural. El niño se sentirá mucho más cómodo en un lugar alegre como este, pero sin desviar demasiado su atención sobre los libros.
Los colores también son un auténtico acierto; y es que, con esa estructura de madera, el azul cielo queda divinamente bien. Para terminar, una tira de luces led, como si se tratara de un manto de estrellas que arropa a nuestro hijo por la noche.
La decoración en las paredes es otro de los puntos fuertes de la habitación. En esta ocasión, se mezclan pinceladas de amarillo, para poder contrastar con el blanco y el color menta.
¿Y si cambiamos además la forma típica del tipi? Las casitas de tela también pueden funcionar muy bien en estos ambientes infantiles. Casitas con sus ventanas, con sus puertas correderas (de tela también) y sus estampados. Un refugio infantil para cualquier estancia de la casa.
También hay camas en estructuras que dejan la parte inferior libre. Estructuras más altas a modo de litera. Podrían ser muy interesante en las habitaciones más pequeñas, pues la sensación que dan es de un ambiente muchísimo más despejado. El acceso a la cama se realiza por una escalera similar a la de una litera.
No hace falta que te centres en los estampados. También es posible jugar con textiles monocromáticos, y la verdad es que no quedan nada mal. Sobre todo, si combinas varios colores, creando grandes contrastes. Es una forma de apostar siempre por tonalidades que son tendencia, como actualmente el ocre, mostaza o amarillos en general. Súmale gris y azul al conjunto y obtendrás maravillas como la de la imagen.
La madera a través del suelo es fácil. Lo difícil es incluirla en pequeños detalles sin crear un ambiente rústico o sobrecargado. Una casa de muñecas, un pequeño cajón para guardar juguetes o una cocina de juguete que mezcla blancos y madera natural. Todos estos elementos ayudan a crear ambientes íntimos, naturales y encantadores. Como he comentado al principio, toda una fuente de inspiración.
Además, el papel pintado del fondo hace que este rincón se convierta en una bonita ventana. Un lugar mágico en el que tu hijo podrá soñar todos los días. A la vista parece más práctico que la anterior idea, pues es una única cortina que pasa por una barra. En cuanto a los colores, muy similares a los anteriores, eso sí, destacando con negro.
Como bien nos cuenta Bea, Susana Sandonis es la encargada de gestionar Peek and Pack. Pero, además, también posee una cuenta de Instagram en la que cuelga, casi a diario, propuestas diferentes para habitaciones infantiles. Las que, como yo, estamos enamoradas de los ambientes infantiles, tendremos mucho para ver. Eso sí, con ganas de cambiar la decoración cada dos por tres, todo tiene su parte negativa.
¿Lo mejor de todo? El diseño a doble cara. Por un lado, unas grandes gafas te observarán. Por el otro, un montón de gafas más pequeñitas parecen crear un collage de lo más dinámico. Miradas pícaras para niños pícaros. Además, como en el caso anterior, los colores son de lo más acertados. Fondo blanco nuevamente, para poder introducir el cojín en cualquier ambiente, y amarillo, un toque vibrante para todas las habitaciones infantiles.
No obstante, la pieza más maravillosa es la estantería. Una biblioteca preciosa que, además, está a la altura perfecta para que el pequeño pueda acceder cómodamente. Este tipo de estanterías son muy interesantes. Con poca profundidad, permite que los libros se coloquen mostrando su portada. De esta forma, estos libros pasan a formar parte de la decoración de toda la estancia. Sin duda un acierto.
No es la única zona de almacenaje de la habitación. Se aprovecha la luz que da la ventana principal para situar una estantería a medida. Una estantería personalizada del mismo material que el resto de los muebles. En el mismo, un montón de baldas para colocar los libros de los pequeños. Incluso un banco, que se extiende también a la ventana, para que los niños puedan tumbarse y leer todas esas aventuras llenas de dibujos que guardan.
Su aspecto encaja a la perfección con la decoración natural ¿Lo mejor de todo? Tiene gran resistencia, algo que con niños siempre es bueno. Dura muchísimo tiempo, sí, pero también es un tejido que se seca con facilidad y que se adapta bien a cualquier clima.