Terminamos con un refugio infantil que todo niño querría tener. Aprovechando la altura del techo, en este dormitorio se ha creado una estructura con doble función. Por un lado, la parte inferior aloja la cama. Por otro, tras subir unas escaleras de madera, encontramos un refugio tipo casa de árbol.
Particularmente me he enamorado de esta funda nórdica. La cama en mimbre ya es toda una maravilla, pero esa funda con toques verdes llena de cactus es, cuanto menos, reseñable.
Para terminar, fijémonos en el armario. Nada de armario empotrado. Un armario de una sola pieza que, además, tiene cierto aire industrial ¿Encaja en esta estancia? Sí. El suelo que se ha usado es un suelo continuo que nos recuerda a ambientes industriales.
Pues sí, además de todos los muebles y soluciones que hemos dado, el mimbre puede verse en elementos imprescindibles de una habitación infantil. Por ejemplo, una cuna. Las cunas de mimbre tienen ese aspecto vintage y retro que nos enamora. Un mueble que se convertirá en el núcleo decorativo de cualquier dormitorio infantil.
Este armario metalizado, como si se tratara de un archivador, da un toque diferente a esta habitación con aires vintage. Sin duda un equilibrio perfecto, tanto en colores, mobiliario como en materiales.
Es una de mis soluciones favoritas, pues la división es completa. Los espacios ni se rozan. Uno queda por encima y otro por debajo. No importa si quieres situar la cama arriba o abajo.
Este tipo de camas se ven muchísimo en Instagram o Pinterest. No nos extraña. En un mismo elemento, y ocupando el menor espacio posible, tienes zona para dormir y zona de juegos.
Seguro que muchos nos acordamos de cuando éramos niños. Esos momentos de infancia en los que más nos gustaba era escondernos de los mayores. Bajo de la cama, tras una puerta o dentro de un armario. Cualquier lugar era bueno para soñar y crear aventuras improvisadas. Hoy os quiero acercar un poco de esa magia en forma de refugios infantiles. Refugios de diferentes características que podrías incluir en los dormitorios de tus hijos.
Los textiles coloridos son también bien recibidos. Sobre todo, en estancias con paredes blancas y con colores neutros. Pero, además, hay un mundo de posibilidades. No sólo puedes aportar personalidad y color con fundas nórdicas o cojines. Hazlo también con alfombras, que dan mucha calidez a las estancias. Un lugar maravilloso en el que tus hijos podrán jugar.
Es momento de hablar del almacenaje. Es evidente que vamos a necesitar espacio para poder colocar material para trabajar. Las estanterías son un buen recurso. También podrías usar casilleros, en los que tu hijo pueda dejar sus libretas, papeles y demás.
Además de sillones para leer, el mimbre también se puede usar para sillas. Sillas de escritorio. Un elemento que, además de ser ergonómico, logrará darle un color especial a esta parte de la habitación de tu hijo. Si quieres que sea menos dura y un poco más cómoda, no te olvides de comprar un cojín acolchado para colocarlo sobre ella. Completa el ambiente con un escritorio tipo sesentero y un colorido flexo.
Los estampados son una verdadera preciosidad; y es que están formados por la gran familia de “The bandits” Coco, Strong, Minino, Osete y muchos más. Todas tienen diferentes colores y figuras. Diseños muy variados para cada niño.
Hay buenas costumbres que no deben perderse jamás. Una de las mías es revisar el blog de Bea (conbotasdeagua.com) para descubrir nuevas fuentes de inspiración. Son muchas las cosas bonitas que encontramos en sus posts. Hoy quiero centrarme en una de ellas, la casa de Susana Sandonis, una apasionada del arte y el diseño. Además de tener una casa realmente bonita, también cuenta con una tienda online de decoración para niños, Peek and Pack. Promete ¿Verdad? Pasen y vean.
Esta funda está fabricada en algodón 100%. No incluye relleno, por lo que es una funda que tendrás que adaptar a tus propios cojines. Fíjate bien en las dimensiones de los tuyos para ver si encajan.