Los colores son bastante acertados. El blanco de fondo hace que la funda pueda encajar en cualquier tipo de estancia. Además, el azulito de los pies no es demasiado llamativo, por lo que también podría integrarse sin problema entre cualquier paleta de colores.
El suelo es neutro, un suelo continuo que ayuda a aumentar los metros de forma visual. El color gris del mismo, más las otras tonalidades de la pared, podrían crear una estancia un poco fría. Por este motivo, optan por la madera en el mobiliario. Además, una madera muy pura, de esas que tienen un aspecto de lo más natural.
Además, no te olvides de una buena iluminación artificial. Tener ventana y luz natural está bien. Pero no todos los días puedes contar con un día de sol pleno. Una lámpara de sobremesa, tipo flexo, será lo más recomendable.
Finalmente nos centramos en la lana. De todos los materiales naturales que hemos nombrado, es, de lejos, la más confortable. Las mantas de lana, por ejemplo, pueden arropar muy bien a tu hijo. Además, son muy pero que muy estéticas. Puedes incluir la lana en cualquier textil infantil, ya sean colchas, alfombras o cojines. Si usas lana con diferentes colores lograrás, además, poner el punto de color a este ambiente infantil con materiales naturales.
Si algo llama poderosamente la atención de este dormitorio infantil, es el papel pintado. Un papel que se mueve entre lo exótico y lo infantil. Los toques verdes dan un aire muy tropical. Pero al fijarse, uno puede ver leones y tigres, con un trazo infantil que enamora al instante. Sea como sea, el conjunto es de lo más llamativo.
Aunque podríamos estar perfectamente ante una habitación infantil unisex. Lo cierto es que es precisamente el azul de la alfombra lo que quizá nos de alguna pista sobre quién duerme aquí. Sea como sea, podemos destacar nuevamente la presencia de la madera, en esta ocasión con mayor protagonismo, que contrasta muy bien con los tonos escogidos para la pared.
Ahora bien, apostar por el blanco en paredes y muebles grandes, no implica renunciar a todo el color. En estos interiores los tonos pastel también abundan, capaces de dar una dosis de vitalidad, pero sin pasarse. En otro de los dormitorios el azul marino, oscuro, muy oscuro, salpica los rincones para dar dinamismo y variedad. Tampoco sin pasarse, que como hemos comentado el blanco debe imperar en todo.
La decoración natural es siempre un acierto. Sobre todo, si hablamos de niños. Sí, los pequeños pasan por fases en las que todo, absolutamente todo, se lo llevan a la boca. Teniendo en cuenta esto, quizá sea mejor apostar por materiales naturales, lo menos tratados posible, y alejarnos de muebles y superficies plásticas.
Particularmente me he enamorado de esta funda nórdica. La cama en mimbre ya es toda una maravilla, pero esa funda con toques verdes llena de cactus es, cuanto menos, reseñable.
Seguro que muchos nos acordamos de cuando éramos niños. Esos momentos de infancia en los que más nos gustaba era escondernos de los mayores. Bajo de la cama, tras una puerta o dentro de un armario. Cualquier lugar era bueno para soñar y crear aventuras improvisadas. Hoy os quiero acercar un poco de esa magia en forma de refugios infantiles. Refugios de diferentes características que podrías incluir en los dormitorios de tus hijos.
Una de las cosas que más me han gustado de esta habitación es la pared principal. Una pared que no está saturada, pero que cuenta con bastantes detalles decorativos. Una lámina en tonos azules, en la que se evidencia la temática de la habitación (el mundo marino). También destaca esa cámara de fotos de madera que tantas veces hemos visto en las cuentas de Instagram.
Terminamos con un refugio infantil que todo niño querría tener. Aprovechando la altura del techo, en este dormitorio se ha creado una estructura con doble función. Por un lado, la parte inferior aloja la cama. Por otro, tras subir unas escaleras de madera, encontramos un refugio tipo casa de árbol.
Un nuevo ejemplo de sencillez en el dormitorio infantil. Una propuesta de lo más interesante que nos muestra una paleta de colores suave, unos muebles sencillos y funcionales y encanto, mucho encanto; y es que en los pequeños detalles está la diferencia, y esta habitación tiene muchísimos.
Aunque toda la casa de Susana Sandonis es una verdadera maravilla, la habitación de sus hijos, Martina y Nico, es para enmarcar. Sí, uno de esos lugares mágicos en el que ni el desorden parecería afear nada.