Un lugar en el que su imaginación vuele sin límites. Y como de jugar se trata, hoy os presento algunos rincones para jugar a los que no les falta de nada. Pequeñas y grandes ideas que pueden llegar a inspirarnos.
Es momento de hablar del almacenaje. Es evidente que vamos a necesitar espacio para poder colocar material para trabajar. Las estanterías son un buen recurso. También podrías usar casilleros, en los que tu hijo pueda dejar sus libretas, papeles y demás.
El cabecero y el perchero amarillo, que también sirve como una especie de mesita de noche, son de Peek and Pack. El padre de Susana es el encargado de hacerlo para su propia tienda. La verdad es que, a simple vista, uno puede ver que se alejan mucho de lo que estamos acostumbrados a ver. Un toque de modernidad en esta habitación infantil.
La elección de los colores de la habitación infantil es una elección delicada. Si bien es cierto que la variedad cromática es enorme, apostar por un ambiente más o menos neutro nos permitirá poder arriesgar con pequeñas pinceladas de color más potente. Los colores pastel, por ejemplo, son estupendos para ello, para dar vida sin saturar. Aprende a decorar con colores pastel la habitación de tu hijo y conseguirás un dormitorio cargado de encanto y personalidad.
Aunque las habitaciones coloridas nos gustan. Las habitaciones infantiles que encuentran el equilibrio con pocas tonalidades, son una verdadera maravilla. Hoy os traigo un ejemplo perfecto para una habitación infantil. Un dormitorio elegante, a base de menta y blanco, que se presenta amplio y luminoso. La inspiración perfecta para el dormitorio de tu hijo.
Todo no son cojines en las novedades de Bandide. La última, y la que más me gusta, es la de las bolsitas de merienda. Se trata de un producto estupendo para esta temporada. En ella, lo peques pueden guardar el almuerzo o la merienda para poder disfrutar de paseos al aire libre.
Además, el papel pintado del fondo hace que este rincón se convierta en una bonita ventana. Un lugar mágico en el que tu hijo podrá soñar todos los días. A la vista parece más práctico que la anterior idea, pues es una única cortina que pasa por una barra. En cuanto a los colores, muy similares a los anteriores, eso sí, destacando con negro.
Me encanta la pared del escritorio, en la que, además, se añade una franja de papel pintado. Este papel pintado, aunque tiene varios colores, cuenta con detalles en amarillo que hacen que siga siendo una constante.